El convenio MARPOL es una normativa internacional que ha transformado radicalmente la forma en la que los buques interactúan con el entorno marino. Derivado de sus siglas de Marine Pollution, este es el marco normativo más relevante para prevenir y minimizar la contaminación proveniente de los buques. Su implementación ha sido esencial para avanzar hacia un transporte marítimo más sostenible, y forma parte de los pilares reguladores para navieras, operadores logísticos y autoridades portuarias. Además, es una pieza clave dentro de una gestión de riesgos más amplia, en la que contar con un seguro de mercancía internacional adecuado complementa las medidas preventivas frente a incidentes ambientales y operacionales.
¿Qué es el convenio MARPOL?
Este tratado, oficialmente llamado Convenio Internacional para Prevenir la Contaminación por los Buques, fue adoptado por la Organización Marítima Internacional (OMI) en 1973 y posteriormente enmendado por el Protocolo de 1978. Aunque su implementación fue gradual, hoy en día es un tratado obligatorio para más de 100 países, lo que refleja el consenso global sobre la necesidad de proteger los océanos.
Su objetivo central es prevenir y reducir la contaminación marina tanto en situaciones normales de operación como en casos accidentales. Para lograrlo, el convenio se estructura en seis anexos, cada uno enfocado en un tipo específico de contaminación:
- Anexo I. Contaminación por hidrocarburos (como los derrames de petróleo o agua de sentina).
- Anexo II. Sustancias nocivas líquidas transportadas a granel.
- Anexo III. Sustancias perjudiciales transportadas por mar en bultos.
- Anexo IV. Aguas sucias generadas por los buques.
- Anexo V. Basura producida a bordo, como plásticos, restos de comida o redes de pesca.
- Anexo VI. Contaminación atmosférica por emisiones de gases de escape.
Uno de los aspectos más relevantes del MARPOL es que se aplica a todos los buques, sin importar su tamaño o tipo, lo que incluye desde grandes buques mercantes y plataformas flotantes, hasta embarcaciones deportivas. Gracias a esta universalidad, el convenio ha logrado establecer una base sólida para frenar prácticas que anteriormente eran comunes, como el vertido directo de desechos al mar.
Además de cumplir con estas normativas, muchas empresas también optan por contratar seguros de contenedor como parte de sus estrategias de cumplimiento ambiental y mitigación de riesgos, ya que protege este equipo ante cualquier posible peligro en altamar.
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¿Cuáles son los residuos relevantes para este convenio y cómo se gestionan?
Los residuos MARPOL comprenden todos aquellos desechos generados por los buques durante su funcionamiento normal y sus actividades de mantenimiento. Se clasifican según los tipos de sustancias involucradas y están regulados en cada uno de los anexos del convenio.
A continuación, te mostramos un resumen de los tipos más relevantes:
- Residuos oleosos. Incluyen las aguas de sentina y las mezclas con petróleo que se generan por el funcionamiento de motores y sistemas hidráulicos.
- Sustancias líquidas nocivas. Se trata de productos químicos a granel, cuyo vertido al mar está estrictamente prohibido salvo en condiciones muy controladas.
- Basura. Desde residuos domésticos hasta artes de pesca desechados, todos deben ser almacenados y entregados en puerto.
- Aguas sucias. Incluyen aguas negras y grises generadas en cocinas, baños o lavaderos.
- Emisiones atmosféricas. Provenientes de los motores y calderas del buque, y que contienen óxidos de nitrógeno, azufre y partículas contaminantes.
La gestión de estos residuos se realiza bajo estrictos controles que incluyen:
- Minimización y separación de residuos a bordo.
- Almacenamiento adecuado según el tipo de residuo.
- Registro en diarios de operaciones de residuos y petróleo.
- Entrega obligatoria en instalaciones receptoras de puerto.
Es importante destacar que los capitanes de los buques deben notificar con antelación a las autoridades portuarias sobre los residuos que se entregarán. A su vez, los puertos están obligados a ofrecer soluciones eficaces, con capacidad para atender a todos los tipos de buques, incluso aquellos que no operan regularmente en ese puerto.
Su papel en la sostenibilidad marítima
Como se ha visto, el convenio MARPOL es un marco integral para fomentar un transporte marítimo más responsable y sostenible y es por eso que ha sido objeto de numerosas actualizaciones a lo largo de los años para adaptarse a nuevas amenazas.
Entre los beneficios más significativos de su implementación se encuentran:
- Reducción de la contaminación por hidrocarburos y basura.
- Protección de la vida marina y ecosistemas costeros.
- Mejora de la calidad del aire en zonas portuarias.
- Fomento de tecnologías más limpias y combustibles alternativos.
- Armonización normativa internacional, facilitando el comercio marítimo.
Además, en una era en la que los consumidores y las empresas valoran cada vez más la sostenibilidad, cumplir con los principios de MARPOL puede convertirse en una ventaja competitiva, especialmente para operadores logísticos comprometidos con el medio ambiente.
Lo anterior resulta particularmente relevante en regiones como América Latina y Europa, donde el comercio marítimo es esencial y donde existe una creciente presión social y regulatoria para proteger los océanos. En este contexto, la adopción de políticas integrales que combinen cumplimiento ambiental, buenas prácticas operativas y herramientas de gestión de riesgo como los seguros de carga, se vuelve indispensable.
En conclusión, el convenio MARPOL es un compromiso global para preservar los océanos y garantizar que el transporte marítimo no comprometa la salud del planeta. A través de sus seis anexos, establece un sistema robusto para prevenir distintos tipos de contaminación y obliga a todos los actores del sector marítimo a actuar con responsabilidad.
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Fuente: IMBS