La trazabilidad logística hace referencia a una herramienta estratégica que permite a las empresas conocer, con exactitud, el recorrido completo de un producto desde su origen hasta su destino final. Lo anterior incluye la producción, almacenaje, distribución, transporte y entrega, pero también implica registrar, almacenar y analizar esa información para tomar decisiones informadas, responder ante contingencias y optimizar procesos. De esta manera, los diferentes tipos de trazabilidad que existen permiten que un operador logístico identifique el historial, la ubicación actual y la trayectoria futura de cualquier artículo.
Asimismo, es indispensable contar con soluciones como el seguro de carga para proteger las mercancías frente a daños o robos. SafeLink Marine es la opción más confiable debido a que acompaña a los operadores logísticos en medio de estas tensiones.
Tipos de trazabilidad
- Ascendente
La trazabilidad ascendente, también conocida como trazabilidad hacia atrás, se refiere al rastreo del producto desde su origen hasta el punto actual de la cadena logística. Su propósito es documentar de manera detallada todos los componentes, materias primas, procesos y proveedores que intervinieron en la creación de un producto.
Por ejemplo, en la industria alimentaria, este es uno de los tipos de trazabilidad que permite saber de dónde proviene un ingrediente, a qué lote pertenece, quién lo suministró y qué controles sanitarios pasó antes de formar parte de un producto terminado. Esta información es clave en caso de detectar un alérgeno no declarado, permitiendo retirar solo los lotes afectados.
Entre las ventajas más relevantes de la trazabilidad ascendente destacan:
- Seguridad y control de calidad. Permite detectar el origen de los problemas en el producto y actuar rápidamente.
- Cumplimiento normativo. Es esencial para industrias reguladas, ya que muchas legislaciones exigen documentar la procedencia de los materiales.
- Confianza del consumidor. Al garantizar transparencia, refuerza la credibilidad de la marca.
- Mejora en la eficiencia operativa. Facilita el control de inventarios y mejora la planificación de compras.
En la práctica, esta trazabilidad comienza desde que se recibe un artículo en la empresa. Se registran datos como el proveedor, número de lote, fecha de caducidad, condiciones de recepción y, si aplica, controles higiénicos. Así se construye un historial completo de la mercancía y se pueden tomar las medidas de seguridad pertinentes para su traslado, como seguros de transporte adecuados.
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Interna
La trazabilidad interna, también conocida como trazabilidad de proceso, es uno de los tipos de trazabilidad más utilizados, ya que hace referencia al seguimiento que se realiza dentro de las instalaciones de la empresa. Aquí no se habla del origen ni del destino final del producto, sino de lo que sucede con él en los procesos intermedios: desde la recepción de materiales hasta su transformación, almacenamiento, mezcla o empaquetado.
Un ejemplo práctico lo encontramos en la industria automotriz, ya que empresas como BMW implementan trazabilidad interna marcando con láser cada pieza con un ID único, el cual se actualiza con información relevante en cada etapa del proceso productivo. Este control permite no solo identificar fallas, sino también mejorar el diseño de procesos y mantener altos estándares de calidad.
Las principales funciones de la trazabilidad interna incluyen:
- Seguimiento de procesos de producción. Saber en qué punto del proceso se encuentra un producto.
- Control de inventario preciso. Facilita la ubicación de productos y reduce pérdidas.
- Prevención de errores. Al registrar movimientos internos, se minimizan fallos en el manejo o mezcla de materiales.
- Mejora continua. Los datos obtenidos permiten analizar el rendimiento y ajustar procesos para ser más eficientes.
Por ejemplo, en una planta de alimentos, la trazabilidad interna ayuda a verificar si las mezclas de ingredientes se hicieron con las proporciones correctas y si la maquinaria cumplió con los estándares de temperatura y limpieza. Si algo falla, se puede identificar la etapa exacta en la que ocurrió el problema.
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Descendente
La trazabilidad descendente, también llamada trazabilidad hacia adelante, sigue el recorrido de un producto desde que sale del almacén hasta que llega al cliente final. Este es uno de los tipos de trazabilidad que es esencial para garantizar entregas exitosas, seguras y documentadas, especialmente en la llamada “última milla”.
Su importancia es evidente cuando hay que hacer un retiro del mercado por un defecto. Gracias a la trazabilidad descendente, es posible identificar exactamente qué lotes fueron enviados, a qué tiendas o clientes llegaron y cuándo. Lo anterior permite actuar con rapidez y minimizar daños a la salud pública o a la imagen de la marca.
Entre los elementos más importantes de esta trazabilidad están:
- Identificación de cada producto o lote mediante códigos únicos, etiquetas RFID o QR.
- Registro de distribución, que incluye almacén de salida, destino, fecha de entrega y transportista.
- Control en tiempo real de las entregas a través de plataformas tecnológicas que permiten visibilidad completa del proceso logístico.
- Gestión de devoluciones o reclamos, ya que se puede verificar rápidamente si un producto fue efectivamente entregado, en qué condiciones y por quién.
Este tipo de trazabilidad también resulta vital para el comercio electrónico y la logística omnicanal, donde la experiencia del cliente depende en gran medida de la puntualidad, la transparencia y la seguridad de las entregas.
Además, permite a las empresas:
- Evitar extravíos o entregas erróneas.
- Detectar ineficiencias en rutas y transportistas.
- Garantizar cumplimiento en tiempos de entrega comprometidos con los clientes.
En suma, la trazabilidad descendente cierra el ciclo del control logístico, asegurando que lo que se prometió al cliente sea exactamente lo que se entrega.
En conclusión, cada uno de los tipos de trazabilidad logística cumple una función esencial. Sin embargo, cuando estos tres sistemas están integrados en una estrategia global de trazabilidad, se obtiene una cadena de suministro más transparente, segura y eficiente.
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Fuente: Mecalux