ciberseguridad marítima

La ciberseguridad marítima y su impacto en la protección de la cadena logística global

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En años recientes, la digitalización del sector marítimo ha avanzado a una velocidad sin precedentes gracias a las innovaciones en automatización, inteligencia artificial, robótica y sistemas de comunicación. Dichos avances están transformando las operaciones portuarias, la navegación y la gestión logística, pero también han ampliado la importancia de la ciberseguridad marítima debido al incremento en los riesgos de incidentes cibernéticos que pueden paralizar por completo a este sector. En este escenario, proteger los sistemas críticos es esencial para salvaguardar la carga y las responsabilidades comerciales asociadas; incluso un breve descuido puede derivar en pérdidas que muchas empresas prefieren mitigar mediante soluciones como un seguro de carga marítima.

La interconexión creciente entre buques, puertos, terminales, operadores logísticos y autoridades marítimas convierte al sector en un objetivo de alto valor para los atacantes. Los ciberdelincuentes pueden impactar en todo tipo de sistemas, como los de gestión de carga o navegación. De hecho, el volumen global de ciberataques creció un 68% entre 2023 y 2024, mientras que solo el 40% de las organizaciones marítimas declaró invertir lo suficiente en ciberseguridad, según el informe de prioridades cibernéticas marítimas de 2024.

 

seguro de carga

 

La creciente digitalización y la importancia de la ciberseguridad marítima

Como ya se mencionó, el sector marítimo atraviesa una transformación profunda gracias a tecnologías que mejoran la eficiencia operativa, optimizan el consumo energético y reducen emisiones. En la actualidad, existen algunos sistemas digitales avanzados que gestionan funciones críticas como:

  • Navegación mediante ECIDS y GNSS
  • Operaciones de carga y descarga
  • Monitoreo y mantenimiento del motor
  • Comunicaciones entre buque y costa
  • Gestión de pasajeros y tripulación

 

Este ecosistema digital trae consigo un reto para la ciberseguridad marítima: la exposición a ciberataques capaces de comprometer la seguridad del buque y su cadena de suministro. En comparación con las áreas tradicionales de Tecnologías de la Información (TI), donde existen prácticas consolidadas, el entorno de Tecnologías Operativas (OT) en los barcos presenta menor madurez, menos controles y mayores vulnerabilidades. Un ataque a sistemas OT puede tener consecuencias operativas y humanas mucho más graves.

Es así que los principales factores que incrementan el riesgo sin:

  • Convergencia entre TI y OT, los cuales se integran, pero no cuentan con la protección necesaria.
  • Conectividad permanente mediante comunicaciones satelitales, redes 4G/5G y accesos remotos.
  • Uso de dispositivos externos, como tabletas, USB, laptops personalizadas o sin control.
  • Sistemas operativos antiguos, frecuentes en equipos especializados a bordo.
  • Falta de antivirus o configuraciones obsoletas.

 

Por ejemplo, recientemente un operador portuario europeo informó que una red Wi-Fi utilizada para entretenimiento de pasajeros fue conectada inadvertidamente a un sistema administrativo sensible. Un atacante aprovechó esta interconexión para instalar un ransomware que paralizó la gestión de atraques. El incidente demostró cómo “pequeñas” comodidades pueden abrir puertas a grandes riesgos si no están adecuadamente segmentadas.

 

¿Sabes qué son los gemelos digitales? Aquí te lo contamos

 

Vulnerabilidades críticas a bordo y la importancia de la gestión del riesgo

Los barcos modernos están equipados con sistemas altamente digitalizados que representan puntos vulnerables, ya que dichas plataformas interactúan con puertos, terminales y otros sistemas externos y se amplifica las posibilidades de infiltración.

Los sistemas especialmente vulnerables son:

  • Gestión de carga, que son sistemas generalmente conectados a puertos, terminales y bases logísticas.
  • Propulsión y máquinas, que afecta al monitoreo remoto, integración con navegación y comunicaciones.
  • Control de acceso y seguridad a bordo, como vigilancia, alarmas e identificación electrónica.
  • Gestión de pasajeros, que implican datos altamente sensibles.
  • Sistemas administrativos y de bienestar, como correos, internet para tripulación, redes internas, etc.

 

La interacción de estos sistemas con terceros (como proveedores, contratistas, agentes y operadores logísticos) agrega riesgos adicionales. De hecho, muchos ataques inician a través de proveedores con esquemas de ciberseguridad marítima deficientes. La industria ya ha registrado casos en los que flotas completas se detuvieron por horas o días debido a ransomware proveniente de un proveedor externo con vulnerabilidades en su acceso.

En este contexto, la transferencia de riesgo no solo incluye medidas técnicas; algunas empresas también recurren a herramientas como el seguro de carga para reducir el impacto económico de otros riesgos a los que se enfrenta el transporte marítimo, como el robo de carga.

 

seguro de carga

 

Marcos regulatorios y lineamientos globales

El crecimiento del riesgo cibernético ha impulsado la creación de normativas y guías específicas. Por ejemplo, la Organización Marítima Internacional (OMI) y organismos como el Consejo Marítimo Internacional y del Báltico (BIMCO, por sus siglas en inglés) han desarrollado lineamientos clave que hoy son referencia global para la ciberseguridad marítima, como lo son los siguientes:

  • Resolución MSC.428(98) de la OMI (2017). Exige integrar la ciberseguridad en el Sistema de Gestión de Seguridad (SMS).
  • Guía de BIMCO “Cyber Security on Board Ships” (2019). Identifica riesgos, vulnerabilidades y un enfoque basado en riesgo; también fomenta la formación constante para tripulación y personal en tierra.
  • Marco de Ciberseguridad del NIST (National Institute of Standards and Technology). Ayuda a evaluar riesgos y crear perfiles para priorizar acciones.
  • Requisitos unificados IACS E26 y E27 (2024). Obligan a integrar barreras de ciberseguridad en sistemas y buques, verificadas por sociedades de clasificación.
  • Directiva NIS (UE). Obliga a reportar ataques de inmediato a los equipos nacionales de respuesta.

 

Además, los actores deben evaluar riesgos relacionados con:

  • Acceso remoto no autorizado
  • Actualizaciones de software insuficientes
  • Proveedor externos no capacitados
  • Conexiones entre redes críticas y redes recreativas

 

Asimismo, la colaboración es indispensable, por lo que autoridades marítimas, navieras, puertos, terminales, proveedores, organismos financieros e incluso aseguradoras deben intercambiar información y coordinar respuestas.

 

En conclusión, la ciberseguridad marítima es un desafío estratégico que involucra procesos, personas y relaciones a lo largo de toda la cadena de suministro. La rápida digitalización del sector ha mejorado la eficiencia, la sostenibilidad y la comunicación, pero también ha generado vulnerabilidades que pueden comprometer desde la navegación hasta la gestión de carga y las operaciones portuarias. Por ello, el fortalecimiento de políticas internas, la capacitación constante y la adopción de marcos de referencia son fundamentales para elevar la resiliencia del sector.

 

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Fuente: DNV

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