En la actualidad, las empresas logísticas que manejan productos a nivel global necesitan tener claridad sobre cuánto tardan sus mercancías en llegar de un punto A a un punto B, ya que de ello dependen múltiples eslabones de la cadena logística. A este intervalo se le conoce como “tiempo de tránsito”, un concepto que está influido por una gran variedad de factores para ser determinado.
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Definición de tiempo de tránsito y su importancia en la logística internacional
El tiempo de tránsito se refiere al periodo que transcurre desde que una mercancía es recogida en su punto de origen hasta que llega a su destino final. En el transporte internacional, no solo implica el trayecto en sí, sino también todas las operaciones logísticas que ocurren entre esos dos puntos, como lo son escalas, transbordos, procedimientos aduaneros, inspección de mercancías, entre otros.
Esta métrica es crucial por las siguientes razones:
- Influye en la planificación de inventarios. Cuanto más predecible sea el tiempo de tránsito, más eficiente será la gestión del stock.
- Afecta directamente la satisfacción del cliente. Las entregas tardías generan insatisfacción y pérdida de confianza.
- Impacta los costos operativos. Una mala gestión de los tiempos puede aumentar los costos por almacenaje, penalizaciones o pérdida de productos perecederos.
Asimismo, el tiempo de tránsito puede variar según el medio de transporte elegido:
- Transporte marítimo. Aunque es la opción más económica para grandes volúmenes, también es la más lenta. Por ejemplo, enviar mercancía de China a Europa por mar puede tardar entre 30 y 45 días.
- Transporte aéreo. Es la vía más rápida. Un envío puede tardar entre 24 y 72 horas dependiendo del destino.
- Transporte terrestre. Ideal para rutas dentro del mismo continente. Un viaje de España a Alemania puede demorar de 2 a 5 días.
- Transporte ferroviario. Menos común, pero útil entre regiones específicas, como la ruta China-Europa, con tiempos de tránsito que oscilan entre 15 y 20 días dependiendo del servicio.
Otros factores que influyen en estos tiempos
A la hora de planificar un envío internacional, hay que considerar muchos más elementos que simplemente medir la distancia entre dos puntos en el mapa. Los factores principales que influyen en el tiempo de tránsito son los siguientes:
- Origen y destino. La geografía, la infraestructura de transporte, y la conectividad entre puertos y aeropuertos son elementos clave. Por ejemplo, no es lo mismo enviar de Barcelona a Hamburgo que de Valparaíso a Yakarta. Incluso si las distancias son similares, los tiempos pueden variar por las condiciones locales.
- Tipo de mercancía. El tipo de carga influye mucho, ya que los perecederos requieren envíos rápidos (a menudo por vía aérea); las cargas peligrosas necesitan permisos y protocolos específicos, lo que puede ralentizar el proceso; y la carga pesada o sobredimensionada demanda equipos especiales y puede necesitar rutas específicas.
- Trámites aduaneros. Una de las grandes fuentes de retrasos son los trámites de aduana. Si falta documentación, se requiere inspección adicional o hay problemas con los aranceles, el tiempo de tránsito puede extenderse varios días o incluso semanas.
- Escalas y transbordos. Un envío directo es más rápido; sin embargo, muchos envíos deben pasar por puertos intermedios o realizar transbordos, lo cual añade tiempo y riesgos de retraso si alguna operación no se realiza a tiempo.
Asimismo, existen una serie de situaciones que escapan al control logístico, como:
- Clima extremo (tormentas, huracanes, nevadas).
- Huelgas o conflictos laborales en puertos y aeropuertos.
- Regulaciones nuevas o cambios en las leyes comerciales.
Dichas situaciones obligan a incluir márgenes de seguridad al estimar los tiempos de tránsito.
¿Cómo calcularlos?
Algunos pasos para calcular el tiempo de tránsito de manera eficiente son los siguientes:
- Definir origen y destino exactos. Se debe tomar en cuenta las escalas intermedias si las hay.
- Elegir el medio de transporte adecuado. No siempre el más barato es el más conveniente si hay un compromiso de entrega.
- Consultar frecuencias y rutas disponibles. Es indispensable verificar qué días salen los buques, aviones o trenes.
- Considerar tiempos de aduana y terminales. Debe investigarse cuánto tarda el despacho y la descarga en ambos extremos.
- Agregar un margen de seguridad. Siempre es recomendable sumar entre un 10% y un 15% al tiempo estimado para prevenir sorpresas.
Asimismo, es indispensable contar con otras estrategias para optimizar los tiempos de tránsito; en primer lugar, una planificación anticipada permite reservar con tiempo los servicios necesarios, lo que reduce el riesgo de contratiempos por falta de espacio o disponibilidad. Además, la digitalización de los documentos aduaneros mediante plataformas electrónicas no solo minimiza errores, sino que también agiliza los trámites de despacho.
Por otro lado, el uso de transporte intermodal, que combina modalidades como el marítimo con el ferroviario o terrestre, permite optimizar la relación entre tiempo y costo. Contar con operadores logísticos confiables también marca una diferencia importante, ya que estas empresas especializadas están preparadas para ofrecer soluciones eficientes y responder con agilidad ante cualquier imprevisto.
En conclusión, el cálculo del tiempo de tránsito en el transporte de mercancías es una herramienta de competitividad y eficiencia. Por esta razón, comprender todos los factores que lo afectan y aprender a calcularlo correctamente puede marcar la diferencia entre una operación fluida y una cadena de suministro llena de retrasos.
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Fuente: Maersk